Sin lugar a dudas, Fiesta en Teusaquillo, que reeditamos al cumplirse los cuarenta años de su publicación, merece una nueva ronda ante el público lector y la crítica. Se trata de una novela experimental, inteligente y muy compleja, al decir de Paloma Pérez Sastre, que dialoga con toda una tradición de novelas escritas por mujeres y evidencia un monumental acopio de lecturas, temas y problemas feministas. Desde las preguntas de Simone de Beauvoir, cuya obra la autora conoce a profundidad, hasta las exploraciones de sus contemporáneas en Latinoamérica, esta novela se inscribe como una pieza clave en el panorama literario.
Es una obra que explora y experimenta con las prerrogativas del texto posmoderno, sus juegos textuales e intertextuales, y su amplitud de narradores, puntos de vista y tiempos narrativos. Además, conforma, junto con otras obras contemporáneas escritas por colombianas —como Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón (1975), de Albalucía Ángel; Los amores de Afrodita (1983), de Fanny Buitrago; o En diciembre llegaban las brisas (1987), de Marvel Moreno—, una constelación de novelas dignas de ocupar un lugar relevante en la historia de la novela colombiana experimental moderna.
Tomado del prólogo de Claudia Montilla.