Los útiles y los inútiles. Presencia y visibilidad de los objetos en el cine
Alessandra Merlo
Los útiles y los inútiles invita al lector a un ejercicio: volver a ver películas conocidas y amadas tratando de dejar de lado la tan presente y tan ruidosa figura humana. Lo que queda en la pantalla es un amplio panorama de objetos, cosas, utensilios que sería reductivo catalogar bajo las categorías de mobiliario y de decorado, puesto que su presencia en las películas parece dar forma a un verdadero dispositivo de visión, capaz de crear un pacto entre mundo, sujetos y representación.
Es con mirada interdisciplinar como Los útiles y los inútiles quiere aventurarse en ese mundo polimorfo. Allí no encontramos únicamente aquellos objetos que resplandecen en plano-detalle y que captan nuestra atención, como una bola de vidrio en Citizen Kane, un aparato de radio en las películas de David Lynch y unas pobres cosas sobre una mesita de noche en Stalker, de Tarkovski. Se trata también de todos esos objetos que casi no se ven, que casi parecen inútiles, y que justamente están allí para que nadie los vea, en una especie de ruido de fondo de la visión fílmica. Esa invisibilidad y esa inutilidad no son características reductivas y negativas, sino la condición indispensable para que el cine nos atrape en su efecto de realidad. Necesitamos entonces que esos objetos estén allí: libros en las estanterías, periódicos abandonados en una repisa, documentos escondidos en un mueble, aparatos prendidos en la profundidad de campo y mucho desorden, perfectamente alineado. Poco a poco, el lector se dará cuenta de un submundo exuberante que pide ser rescatado y observado, un mundo que nunca es casual aunque nuestra mirada lo capture a veces casualmente.