En la última década, la cantidad de hectáreas con cultivos de coca en Colombia se ha triplicado, dejando en suspenso tanto la estrategia antinarcóticos del país como las posibilidades de lograr una paz completa y definitiva. La percepción de fracaso ha favorecido la aparición de políticas basadas en la idea de que los cultivos ilícitos son un problema de criminalidad y no de desarrollo. Los once capítulos de Coca, cocaína y violencia reúnen buena parte de la evidencia disponible y discuten la conveniencia (o no) de algunas medidas tomadas para disminuir los cultivos de coca. Con los hallazgos de estas investigaciones se presenta una caracterización socioeconómica de las zonas cocaleras y se identifican los impactos negativos de la ausencia integral del Estado en el territorio. Este libro busca ser un punto de encuentro entre la academia, la política y la institucionalidad y se propone como una oportunidad de reunir a distintos sectores —líderes sociales, víctimas, productores de coca, funcionarios públicos— en el debate nacional sobre la cocaína, Hernando Zuleta