En este lado del mundo casi todos somos migrantes, si no en carne propia, al
menos en la de algunos de nuestros antepasados cercanos. Para empezar, uno
de los que esto escribe es hijo de migrantes de un pueblo cercano y el otro viene de otro país. Bogotá pasó en el siglo XX de tener 100.000 habitantes a más
de 6.000.000. De esto se deduce, casi por obligación, que los habitantes de esta
ciudad no han nacido aquí o sus ancestros llegaron desde afuera a hacer aquí
su vida