Bogotá se propone como un caso de estudio fascinante para entender las lógicas de la ciudad contemporánea en el contexto latinoamericano. Por esto, en este libro la convertimos en la ciudad investigada, causante, reveladora y que escapa de conceptos estáticos. Tomamos como excusa esta ciudad y, a partir de su investigación, revisamos su conducta, sus prácticas, sus transformaciones recientes, como un ejercicio de comprensión urbano y arquitectónico. La ciudad investigada, es mirada desde tres fenómenos: La dilatación es la primera forma de aproximación a la ciudad. Este fenómeno explica la forma en que en una ciudad como Bogotá, devoradora de territorio y con una relación importante entre el centro histórico y la periferia, predominan los sistemas de movilidad privado, los escasos medios de transporte masivos y la conversión la infraestructura en elementos estructurantes de la cotidianidad. Llegar de un punto a otro en una jornada dilatada en tiempo y en espacio se vuelve un ejercicio común. El andén, como espacio público para las prácticas ralentizadas, desaparece y se desplaza a otros lugares. El segundo fenómeno es la compresión, producto de la dilatación, que convierte a la arquitectura y a los edificios privados, o aquello que está ocluido, en las perfectas fortificaciones de una ciudad sumergida en intensas jornadas de supervivencia e ineficiencia urbana. La acción de llegar a la casa prepondera sobre la idea de hogar o de vivienda, es decir, todos buscan la compactación y este concepto prevalece sobre cualquier otro. Por último, nos encontramos con la emulsión, donde se manifiesta la mutación del espacio público en la ciudad contemporánea. Los centros comerciales son parte de este fenómeno y, a través del estudio de este tipo de edificios, es posible comprender partes de la ciudad investigada y es posible hacer crisis de los conceptos clásicos de ciudad. La ciudad investigada y sus fenómenos construyen la idea central de este argumento: los centros comerciale